Se lo contó el padre a LA CAPITAL. Dijo que de la empresa ni lo llamaron.
El adolescente se preparó para encarar la gran aventura de su último año del colegio secundario y emprendió el viaje de fin de curso con sus compañeros del Instituto Carlos Saavedra Lamas. Pero en el final todo se complicó y quedó varado en el aeropuerto de Bariloche el martes pasado. Después del operativo rescate, motorizado por el padre, el menor arribó en la madrugada del miércoles “consternado y asustado”, describió su padre en diálogo con LA CAPITAL.
Cuando Emiliano Carbal recibió el llamado telefónico de su hijo Lautaro el martes pasado, pensó que le estaban haciendo una broma. Debió mirar dos veces la pantalla para convencerse que se trataba de la triste realidad.
“Estaba trabajando y me llamó mi hijo llorando, que se lo habían olvidado en el aeropuerto de Bariloche -contó- y entonces me pregunté ¿cómo? ¿Es en serio?”.
Si bien en un primer momento creyó que “se trataba de una broma”, el hombre se sobrepuso a la sorpresa y guió telefónicamente a su hijo para que en la estación aérea de Bariloche se contactara con alguien de la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA).
“No podía creer que lo que me estaba diciendo Lautaro -añadió- llorando, porque tampoco es el aeropuerto JFK (de New York), no es mucho más grande que el de Mar del Plata. Fijate vos, un menor de edad en la otra punta del país solo. Me desesperé y los malnacidos de (la empresa de viajes de egresados) ´Max Dream´ ni me llamaron”.
Así fue que, apelando a la calma, “Lautaro habló con un agente de la PSA y el polícia se ocupó. Contactaron al supuesto representante de Max Dream allá y lo llevaron al hotel para darle de comer. Después lo subieron a un avión para que vuelva”.
Regreso
Mientras todo eso pasaba a miles de kilómetros de distancia, Emiliano se quejó porque “de la empresa no se hicieron ni cargo, ni me llamaron ni ningún responsable se presentó. En la oficina me decían que todo se iba a solucionar”.
Ya más tranquilo, con su hijo descansando en su casa, ayer el hombre reclamó a la empresa encargada del viaje de egresados de su hijo que “se hagan responsables, porque la coordinadora se enteró en pleno vuelo por los propios compañeros que faltaba Lautaro. ¿Cómo puede pasar eso?”, cuestionó.
A entender de Emiliano, “Lautaro se quedó dormido y lo dejaron ahí”. “La coordinadora hizo mal el conteo, no puede ser que pierda a un pasajero”, reclamó.
Finalmente, el mismo martes Lautaro logró abordar un vuelo con destino a Aeroparque y desde Buenos Aires, en micro, emprendió la recta final del viaje con destino a Mar del Plata.
El adolescente llegó a las 2 de la mañana del martes la Terminal. “Estaba acongojado, llorando, fue una situación complicada. Gracias a Dios ya está acá, pero los de la empresa son unos irresponsables”, insistió su padre.